Señor director:
El
lunes 15/julio, abordé un bus interurbano en la Ruta 160 hacia Concepción,
y noté (como se acostumbra) que por el sistema de audio se reproducía
música urbana/ pop, posiblemente Reggaeton. La placa patente
era DR ZG-12, de lo que tengo foto. Al sentarme noté también que tenía
un monitor de vídeo que pasaba a una mujer sin sostén tocándose directamente
hacia el foco de la cámara. Pensé que no es primera vez que se transmiten
desnudos en estos monitores, y es común que este tipo de música sea
más que sugerentemente erótica. Pero segundos después la mujer se
desprendió de su calzón y siguió tocándose mirando hacia la cámara.
No sé cuánto tiempo hacía que esto estaba ocurriendo, pero siendo
cristiano, disgustado me levanté y le hice saber al conductor y a su
apacible asistente que estaban pasando un vídeo pornográfico, y les
exigí que detuvieran el vídeo. “Córtelo usted” me respondió el
conductor, al parecer sorprendido, pero sin disculparse.
Detuvieron el vídeo desde la cabina. Me volví a mi asiento y miré las caras de los pasajeros, la mayoría mujeres, incluyendo las que creo eran dos liceanas de vacaciones sin uniforme, porque se bajaron cerca del Liceo 3 Lorenzo Arenas (barrio que conozco bien desde pequeño). Alguien me dijo gracias, otro: “yo también le iba a decir” Más tarde una señora dijo “qué pasó?” y “me la perdí” Sentí que yo era diferente al resto.
Detuvieron el vídeo desde la cabina. Me volví a mi asiento y miré las caras de los pasajeros, la mayoría mujeres, incluyendo las que creo eran dos liceanas de vacaciones sin uniforme, porque se bajaron cerca del Liceo 3 Lorenzo Arenas (barrio que conozco bien desde pequeño). Alguien me dijo gracias, otro: “yo también le iba a decir” Más tarde una señora dijo “qué pasó?” y “me la perdí” Sentí que yo era diferente al resto.
Luego se acercó el
asistente, revisó el listado de títulos de las pisas y reconoció
que era correcto mi reclamo. Se disculpó diciendo que recién se habían
“subido al bus” Más tarde cambió el CD por uno de música cristiana.
Hasta ahora me había
quejado del alto volumen de los “aparatos sonoros” de que pasajeros
y conductores viajen fumando (ver Ley del Tránsito), de que dejen la
puerta trasera abierta, ó que el timbre/ cordel no suenen; pero no
es primera vez que contenido para adultos se transmite y, más allá
de cautelar las leyes de derechos de autor y redifusión pública, no
tengo derecho legal a quejarme y no había he hecho. Pero fue demasiado.
Más allá que haya
sido pornografía (que es legal), ¿dónde está la gente que supervisa
la música y películas pirateadas que transmiten TODOS estos buses
interurbanos con monitor, como casi todos los buses interregionales?
¿Dónde está la SCD, cuando se difunden por ejemplo conciertos y rutinas
humorísticas del Festival de Viña del Mar? ¿dónde están los sellos
discográficos, velando por los escasos ingresos que les quedan a los
artistas, por derechos de autor y difusión pública? ¿quién fiscaliza
que no se fume, que se viaje a la velocidad permitida, que los asientos
no se salgan de su base, que las ventanas se abran, que haya cortinas,
que apaguen ó enciendan la calefacción, que los conductores entreguen
buen trato a tercera edad y estudiantes, que respeten sus rutas, que
entreguen el boleto, que no se detengan 5,10 ó 15 minutos en Tucapel
ó la Vega Monumental, que se respeten los asientos reservados para
personas con movilidad limitada? No pido más que lo que se exige. Volviendo
al punto. He viajado en buses interregionales y la difusión de películas
claramente pirateada (incluso estrenos en rotación en cines) es constante
y suele incluir rutinas musicales, y películas no recomendadas para
menores de edad. Pero he viajado también en aviones dentro y fuera
del país, y no he visto tal libertinaje al que han llegado. No quiero
pensar qué pasará en sociedades ó pueblos menos modernos.
Parece que la fiscalización
y justicia están quedando en las manos de los pocos buenos ciudadanos
que vamos quedando, y algunas autoridades y/o políticos que hacen su
trabajo.
Se nota también
que están los que se dejan llevar por la anarquía, la moda, y algunos
líderes violentos, para destruir el orden y libertades que se han logrado
por siglos de discusión y consenso.
El resto hace lo que
les parece mejor y placentero, y/o no se atreven a defender sus derechos
ni su espacio.
Sí, estamos en los
Últimos Días, cito dos Escrituras para sus vacaciones de invierno:
¡Ay de los que a lo malo llaman bueno, y a lo bueno, malo”.. (Isaías 5:20),…"mentid un poco, aprovechaos de alguno por causa de sus palabras,
tended trampa a vuestro prójimo; en esto no hay mal; y haced todas
estas cosas, porque mañana moriremos; y si es que somos culpables,
Dios nos dará algunos azotes, y al fin nos salvaremos en el reino de
Dios”(2° Nefi 28:8)
Rodrigo Hunrichse
Exalumno UDEC
84171788
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